miércoles, 24 de septiembre de 2014

Videojuegos: ¿vicio o arte?

Mucho se ha debatido ya sobre los beneficios y perjuicios que trajo consigo la afición hacia los videojuegos. Mucho se ha dicho sobre la relación entre las aptitudes y deficiencias de los pequeños y adolescentes como consecuencia de pasar horas frente a un monitor sin "hacer nada productivo", dicen los padres.


Esta semana decidimos retomar este tema en El Amasijo para dar nuestras opiniones personales sobre la importancia de los juegos de video en nuestras modernas y  tecnológicas vidas, pero también para abordarlos desde distintas perspectivas, destacando fundamentalmente las cualidades artísticas y cognitivas de un juego de video.

Si bien se ha dicho literalmente por varios años que "los videojuegos atrofian el cerebro", hay estudios psicológicos realizados en la actualidad donde se comprueba que más que entorprecer las capacidades cerebrales, los juegos permiten desarrollar capacidades  y habilidades como el razonamiento lógico matemático, al poner al jugador en situaciones de tensión donde se tiene que tomar la decisión más pertinente para continuar con el desarrollo de la historia sin perder.




Por otra parte, las más modernas consolas de juegos de video han desarrollado mandos a distancia que requieren el uso de ambas manos, cada una realizando una función diferente: una manejando al personaje en acción y otra mientras moviendo la cámara para obtener la mejor vista del escenario donde se desenvuelven los personajes. Incluso han salido al mercado controles que requiere el movimiento total del cuerpo, como son las ediciones Kinect , cuyo uso va desde los tradicionales juegos de personajes , historias y solución de dilemas hasta los juegos de deportes, kick boxing y otros tipos de entrenamientos con los cuales las consolas deja de ser simple proyector de ficciones para transformarse en un centro "fitness" de entrenamiento de distintas disciplinas sin salir de casa.


Fuera de las aportaciones al desarrollo psicomotriz del individuo, los videojuegos representan uno de los mejores materiales didácticos modernos para el aprendizaje de nuevos idiomas. Hay una gran cantidad de jóvenes de nuestra generación (80s-90s)  que aprendieron a hablar inglés o japonés gracias su videojuego favorito, para comprenderlo y poder seguir la dinámica del mismo.

También está la parte del apoyo al aprendizaje de Historia, Geografía, Mitologías e incluso Literatura. Se han desarrollado varios videojuegos, entre los que destaco -por mencionar algunos- Rock of Ages o Assassin's Creed, que nos llevan de visita por épocas históricas diversas. Otros como Dante's Inferno, Metro 2033, Drácula, American McGee Alice o Alices madness return, Dune , Sherlock Holmes vs. Jack The Ripper, The call of Cthulhu o I have no mouth and I must scream, que nos permiten conocer  a través de relatos interactivos las obras literarias más importantes de todas las épocas, así como a los personajes emblematicos de la ficción.



Sobre cuestiones musicales ni hablar. Existen tantas y tan variadas composiciones hechas especialmente para formar parte de la banda sonora de cada videojuego nuevo desarrollado que oscilan desde las composiciones MIDI del pasado hasta las partituras más elaboradas para ser interpretadas por las grandes orquestas que por el lado de la expresión musical no tenemos nada que reclamar a los juegos de video. Cada uno con sus particularidades, para ambientar, para acompañar, para provocar emociones, como emblema de personajes y creaciones, en rock, en clásica, en pop japones, en remixes posteriores, en listas de reproducción de "no gamers" , nos encontramos con esa música compleja, creada por los mejores compositores del mundo e interpretada por grandes exponentes del mundo de lo acústico que comienza siendo un acompañamiento de fondo y termina superando los límites del juego hasta llegar a gustar a quienes no conocen el juego que les dio origen a esas piezas musicales o, ¿por qué no? llegan a interpretarse como piezas de música clásica en conciertos de grandes sedes, como sucedió con el concierto orquestal donde se interpretaron composiciones del luego The legend of Zelda.



El tema es basto y podríamos abordar cientos de aspectos artísticos sobre los videojuegos, como el trabajo artístico de las imágenes, lo detalles, la narrativa, las grandes y originales historias que se nos presentan además de la interacción jugador- pantalla, sin embargo, por esta vez dejaremos el tema en el tintero , esperando una segunda parte en El Amasijo, para hablar de las maravillas que pueden llegar a ofrecernos esos "satánicos juegos de video".


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