viernes, 10 de octubre de 2014

Muerte y represión: la historia del rock se repite.

Mueren los creadores del grito punk por excelencia " Hey ho , let's go!". Los Misfits,  banda horror punk , cuyo emblema y logo dio imagen al clan de los mohawks, tienen los días contados. Robert Smith se asemeja cada vez más a Mrs. Doubtfire y el punk de compromiso social fue sustituido por el  "punk feliz" (happy punk). 

En una sociedad donde la protesta es consignada, la razón; inmoral, el conocimiento insustentable y el arte un pasatiempo de los pudientes, las expresiones musicales de contracultura comienzan a perder fuerza; se pierden entre la masa de productos pseudoartísticos comercializables, se confunden con canciones de cuna tocadas en guitarras eléctricas con distorsión, se tabuiza por hablar de la realidad sin moños ni listones; se satanizan por exponer el infierno terrenal que nos rodea.

Así el rock en México nuevamente comienza a entrar en una etapa de decadencia, ocultamiento y censura que las grandes mentes intentan velar debajo de imagenes rock "light" muy al estilo Teen Tops, donde los músicos de estudio toman como excusa imágenes agresivas, sonidos estridentes y "looks" dizque rebeldes para demeritar el objetivo inicial de los grandes géneros de protesta por excelencia, entre ellos el rock, al cual nos referiremos en este caso.



El rock en México tuvo un intento de esplandor en los últimos años de la década de los sesentas. Sin embargo, en aquel entonces escuchar rock extranjero estaba completamente vetado , ya que según los dictámenes éticos de la época, se consideraba súmamente inmoral escuchar canciones con contenido que incitara al goce de los placeres terrenales: fornicación, gula, drogas, alcohol, fama, fortuna, promiscuidad, respaldados -por si fuera poco- por el poder ideológico que representaba el rock en aquel tiempo para la juventud.  Lo que a México llegó como rock , fueron traducciones ( más bien, adaptaciones de una nueva letar a una pista ya elaborada) de los grandes éxitos en inglés del rock-pop, ese rock "rocabilly" tocado por "gente bien" para "gente bien" cuyas temáticas amorosas, alegres y coloridas mucho distaban del propósito inicial de este género: expresar las inconformidades sociales entre los pueblos discriminados por las grandes potencias mundiales. 

Pra 1970, el rock ya se había consagrado como el género más popular y solicitado en la radio en Gran Bretaña y Estados Unidos. Hacia 1966, con el éxito global del cuarteto de Liverpool -Los Beatles-  por el lado de Bretaña y Elvis , por el lado del Nuevo Mundo (sin olvidar el apoyo de la recién creada mercadotecnia), el rock comienza a llegar más allá de sus países de origen para mezclarse con los géneros autóctonos del pueblo que lo acogía. Es así como llega el rock a México, camuflado entre maquillaje gótico "thecureano" y mitos americanos cantados en español, ya no en el "idioma del rock": el inglés. 

Después del festival de Avándaro (1971), espacio donde se dio apertura a la presentación de bandas rockeras mexicanas y a raíz del miedo por parte de los mandos superiores por lo sucedido el 2 de octubre de 1968, México prohibe tajantemente los eventos musicales de contracultura donde se reunan una gran cantidad de jóvenes a escuchar una música que incita al desorde, a la rebeldía, a la anarquía y la destrucción. Sin argumentos lógicos, el rock en México queda vetado escuchar rock y cualquier género derivado hasta la década de los noevntas. La música popular "undergroond" sufre un ocultamiento que le provoca retraso en la evolución del género, pocas propuestas innovadoras, pero a la vez una gran explosión de bandas que, a la usanza de Smith , los Sex Pistols o los Ramones querían derrocar al sistema a través de su música. 

Es así como nacen bandas hoy en día con gran trayectoria artística como Caifanes, Café Tacuba, San Pascualito Rey , Santa Sabina, Size, Synthoma, Chac Mool y más recientemente , propuestas por demás experimentales como Hocico, Thell Barrio, Cemican y otras tantas que podríamos mencionar; unas de ellas apoyadas por el movimiento Rock en tu idioma, otras que prefirieron mantenerse en la escena "under" y desde ahí -un lugar libre de capitalismo y de pactos con el demonio- levantar el escombro del punk, el electro, el synth y el krautrock . 

Debido a esta etapa de resago y prohibición, el rock mexicano se vio afectado en demasía en su proceso evolutivo. Mientras Europa avanzaba del postpunk al new wave, el gótico, el synth pop / rock , el kraut y más géneros innovadores, México continuaba cantándole a los cheneques y chamanes en voz de Caifanes, por ejemplo, o reafirmando la identidad mexicana a través de Jorge Reyes y su Chac Mool.

Actualmente, la situación vuelve a ser igual que hace cuatro o cinco décadas. Nuevamente se comienza a prohibir la reunión de rockeros en un espacio público, como es el caso tan citado del festival Hell and Heaven 2013, que bajo pretextos incoherentes y pruebas incontundentes, tuvo que ser cancelado argumetando falta de equipo de seguridad (de nuevo, la idea estereotipada del rockero revoltoso, "desmadroso"), siendo que días después se autoriza el festival del caballo en la misma sede, con medidas de seguridad más precarias , que desafortunadamente terminó en saldo rojo. 

El rock mexicano hoy día ha perdido la mayor parte de su carga social; ya no protesta, ya no reclama, ya no se queja ni canaliza la ira de los jóvenes frustrados por las inconformidades de su entorno. Ahora el rock le canta al amor, a lo cursi, a los fracasos al querer conquistar a un chico o chica, a las malas notas escolares, al rojo y al azul, a la nada, al arte y las bicicletas. 

Pocas propuestas vigentes quedan para descatarse, aunque ciertamente comienzan a verse atisbos de novedades con carga ideológica significativa, principamente en Guadalajara y -como ya es costumbre- la capital del país: rock autóctono, metal prehispánico, hardcore para "los hijos del sol", mitología local, denuncias ante la oleada de violencia, contestaciones musicales a insultos y ofensas hacia el género; nombres , datos y hechos indignantes dirigidos personalmente a los altos mandos del país. 

Solo nos resta esperar: esperar que México retome la fuerza que tuvo en la década de los ochentas en música de contracultura y vuelva a generar un desequilibrio ideológico entre las nuevas generaciones que desestabilice la zona de confort de nuestras mentes y nos haga voltear hacia lo que verdaderamente ocurre allá, en los barrios bajos, entre la gente "normal" que estudia, trabaja y se desvela para llevar a su familia un alimento con I.V.A. , desechos tóxicos, sin supervisión salubre , que produce cáncer y obesidad.



0 comentarios:

Publicar un comentario